
Nuestro estado emocional va unido a la respiración. Cuando nos embarga una emoción intensa nuestra respiración se ve afectada, pero de la misma manera, nosotros podemos cambiar nuestras emociones cambiando nuestra respiración.
Practicar diariamente la respiración diafragmática :
Busca un buen momento para tí, y dedícale unos minutos. Irás avanzando progresivamente, tu diafragma se irá entrenando e ira conociendo el camino a una respiración más consciente.
Es importante NO FORZAR la respiración , es un acto natural, solo posamos la atención en él.
Cuando estamos aprendiendo a realizar la respiración diafragmática es útil acostarse boca arriba cómodamente, y más adelante practicarla sentados, de pie, caminando… con la práctica la podrás incorporar a tu vida cotidiana.
Para empezar, posa tus manos en el abdomen.
Antes de empezar expulsa a fondo el aire de tus pulmones varias veces, puedes hacer algunos suspiros o exhalar por la boca.
El objetivo es vaciar bien los pulmones de aire residual, lo cual automáticamente provocará la necesidad de inspirar más profundamente.
Una vez provocado este impulso de respiración profunda, inicia la respiración diafragmática dirigiendo el aire al inspirar “hacia tu abdomen” y posando la atención en el movimiento de tu manos, que suben y se expanden.
Retén unos instantes el aire en tus pulmones, brevemente, sin que haya presión.
Cuando sientas la necesidad de expulsar el aire, hazlo relajando tu vientre y ombligo (este se “desinflará” y las manos bajarán con él).
Quédate un instante con los pulmones vacíos, sintiendo cómo te vas relajando.
Realiza un par de respiraciones normales y en cuanto sientas nuevamente el impulso de empezar, hazlo con una profunda y lenta inspiración volviendo a llenar tus pulmones mientras tu abdomen se mueve hacía arriba suavemente (manteniendo el ombligo relajado).
Practica la respiración diafragmática durante el tiempo que quieras.
Puedes usarla para relajarte antes de dormir o para comenzar el día oxigenándote plenamente.
Sé paciente contigo y sé constante. El trabajo con la respiración es progresivo, pero muy beneficioso para mejorar nuestro estado mental y físico.
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